lunes, 24 de enero de 2011

Palizón en el baño

Estoy en una fiesta particular.
Casa de alguien.
No sé de quién.
De hecho no recuerdo elementos de fiesta ni invitados ni nada.
Da igual. Sé que estoy en una fiesta.

Y estoy en un baño.
Es muy pequeño pero hay mucha gente allí.
El baño de la fiesta. O la fiesta está en el baño. Yo que sé...

La cosa es que mi amigo de Sabadell, el Chesco, empieza a decir que está harto de esa fiesta y que se va a  ir a la Zona Hermética.

Se va.
Cierra la puerta.

A los cinco minutos vuelve asustado. Bueno, así como envalentonado que se pone él cuando esta asustado...
Le han pegado una paliza brutal en alguna discoteca de la Zona Hermética.
Tiene heridas y sangre por todo el cuerpo.
Le han dado bastante fino...

Oigo gritos a lo lejos.
Cosas que se rompen.
Resulta que los tipos que le han pegado el palizón a Chesco, lo han seguido hasta nuestra fiesta.
Dos tipos medio cani siglo21, medio estética el Vaquilla entran con caras de locos al baño.
Amenazantes.


                                                     +



El Chesco, uno de los valientes reales de mi infancia, se pone a llorar pidiendo clemencia.

Los tipos chungos levantan los puños.
Y de repente la imagen se congela.
Angustia máxima.

¿Qué hacer?
¿Defender a Chesco y pillar con él? ¿Pirarme y dejar que lo maten?

Estoy muchísimo rato decidiéndome pero al final me despierto.
Nunca sabré cual hubiera sido mi opción...

FIN

Algo extraño de hoy es que, aunque no recuerdo a Patri en el sueño, cuando me he despertado esta mañana lo primero que he pensado ha sido en ella, como si fuera un elemento clave en todo el sueño...

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