Estoy con Patri.
Cogidos de la mano.
Vamos a entrar en una sauna de aguas termales.
Unos masajes.
Para relajarnos.
Rollo japonés...
Cuando entramos descubrimos que hay un montón de parejas.
Desnudas en el agua.
Patri y yo descubrimos que alguien nos ha tendido una trampa.
No se trata de una velada íntima de relajación.
Alguien nos ha apuntado a una fiesta de intercambio de parejas.
A partir de este descubrimiento no recuerdo que en el agua haya chicas.
Aunque sean feas, viejas y salidas...
No hay chicas.
Es como una noche de sábado en el Magic: un tremendo campo de nabos.
Y resulta todos los tíos van muy salidos.
Quieren hacérselos conmigo a lo loco.
Me asusto.
Quiero largarme de allí.
Pero no sé por qué razón no puedo.
Cuando la cosa no podía ser más horrible descubro a dos de los personajes públicos que nunca debí ver desnudos en mis sueños.
Van muy salidos.
Tan salidos como los personajes de A Serbian Film o la tremenda Shivers.
¿De quién hablo?
De Custo Dalmau.
Y de Ferrán Adrià.
Custo y Ferrán me inmovilizan.
Estoy perdido.
Grito pidiendo ayuda.
Pero miro a mi alrededor y ya no hay nadie.
Patri ha desaparecido.
Va a ser una carnicería.
Efectivamente se trata, una noche más, de una horrible pesadilla...
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