martes, 24 de mayo de 2011

Remakes. Secuelas. Pedir perdón.

A veces tengo sueños en los que me porto mal. Soy un cabrón con alguien, engaño a chicas o, sencillamente, soy un hijo de puta por diversión. Normalmente, en estos casos, me doy cuenta de mis malas acciones y el remordimiento, dentro del mismo sueño, hace que deje de comportarme como un cretino. 
Otras veces no.
Sencillamente soy mala gente durante toda la noche. Hasta que me despierto y pienso, bueno, ha sido un sueño. Aunque todos sabemos que eso no es una excusa. 
Por ejemplo, hace pocos días soñé algo bastante cruel:


ANTES DE DAR UNA CHARLA.
Abro la habitación de un hotel de lujo.
Llevo una maleta conmigo.
Voy bien vestido.
Creo que me han invitado a dar una charla sobre algo.
Me alojo en ese cinco estrellas.

Dentro de la habitación descubro al delgado de Hidrogenesse y una chica morena con melena larga deshaciendo su maleta sobre una cama.



La chica me sonríe, simpática.
Parece tan buena persona...

Ellos son mis compañeros de habitación. Compañeros de charla.

Después estamos en el bar del hotel.
Los tres.
La chica en medio.
El de Hidrogenesse y yo estamos compinchados.
Nos hacemos miradas cómplices.
Queremos emborrachar a la chica.

La chica está borracha perdida en el asiento de atrás del coche a punto de perder el conocimiento.
Pregunta que a dónde la llevamos.
El de Hidrogenesse de copiloto.
Yo conduzco.
Nos reímos sin hacer ruido.
Con los ojos.
Crueles.

Más tarde estamos desnudando a la chica en mitad de un espigón.
Es de noche.
La luna se refleja en el mar.
La chica nos pide por favor que no le hagamos daño.
Nosotros dos no decimos nada.
Sólo miradas crueles y risitas mudas.
Tardamos mucho en desnudarla.
A cámara lenta, frame a frame, siempre resultan más crueles las vejaciones.

Al final.
La chica desnuda.
La empujamos al agua del mar.
La vemos hundirse.

El de Hidrogenesse y yo nos vamos.
De vuelta al hotel.
Tranquilamente.
A dar los dos la charla, supongo...

FIN


Evidentemente no puedo más que despertarme con remordimientos.
He sido un desgraciado toda la noche.


Pero lo curioso de todo esto es cuando unos días después, por la noche, sueño exáctamente con el mismo planteamiento pero con un final distinto. Como si tuvieras una segunda oportunidad para resarcirte de ese primer sueño horrible en el que tiras a una chica desnuda al mar.


Me explico. 
Hoy he soñado exactamente el mismo sueño de ANTES DE DAR UNA CHARLA.
La misma crueldad al principio pero con un giro al final que me otorga el perdón.


Estamos en el espigón.
Con el de Hidrogenesse.
Desnudando a la chica...


ANTES DE DAR UNA CHARLA PIDO PERDÓN.
...
A cámara lenta, frame a frame, siempre resultan más crueles las vejaciones.


Al final.
La chica desnuda.
Me mira a los ojos.
Los tiene llorosos.
Piedad, me grita.
Piedad, sin abrir la boca. Sin hacer ruido.

Es entonces cuando lo entiendo todo.
Lo que estoy haciendo no está bien.

Miro al delgado de Hidrogenesse.
Él sigue con la misma sonrisa cruel.
A punto de empujar a la chica al mar.

Elípsis.
El delgado de Hidrogenesse se está hundiendo en el agua.
Como una momia.
Sin importarle morir ahogado.
Sabe que ha perdido.

Después camino el espigón.
Con la chica desnuda en brazos.
Se ha dormido.
A salvo.
A dar los dos la charla, supongo...

FIN

Quizás para poder ser buena persona, antes hay que ser un pedazo de mierda. Quizás necesito matar a alguien para poder salvarlo después y pedirle perdón. Creo que esto va de segundas oportunidades, de volver a intentarlo. Como cuando estamos despiertos.

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