jueves, 9 de febrero de 2012

Nuevos formatos televisivos.

Charlotte Gainsbourg desnuda.
Charlie Sheen desnudo.
Yo también desnudo.





¡Suena una alarma!

Los tres corremos hacia una cama.
Nos estiramos.
Los besos son mecánicos.
Sólo podrían excitar a desalmados.
O a auténticos profesionales.

Hay un enorme marcador sobre nosotros.
Es una cuenta atrás.
Tenemos prisa.

No entiendo nada...

Descubro el plató.
Después al público.
Aplauden.
Estamos en un concurso de la tele.
Creo que se trata de un nuevo formato.
Algo así como que el trio que consiga hacer más posturas en menos tiempo gana.

Desconozco el premio.
Pero mis compañeros se lo toman muy en serio.

Ahora Charlie está debajo.
Charlote está en medio.
Yo aprieto desde arriba.

Después Charlie y yo estamos de pie.
Charlotte de rodillas.

Creo que no estamos disfrutando.
Es todo competición.

¡Suena otra alarma!
Y entran dos caballos salvajes al plató.
Están excitados.
Me enseñan sus lenguas.
Los dientes.
Nuevos concursantes...

Charlie y Charlotte cambian de postura al verlos.
Me asusto.

Creo que ese formato televisivo es más sofisticado de lo que me imaginaba.
Qué cruel puede llegar a ser la televisión...